Santi es profesor de la Escuela Superior de Arte de Sevilla y da asignaturas como dibujo, pintura e incluso, arquitectura. Ha entrado en el restaurante con las gafas de sol y le ha explicado a Carlos Sobera que esta recién operado de una catarata. El soltero lleva toda la vida soltero porque “es muy incómodo levantarte a las tres de la mañana para pintar un sueño que has tenido”.
Su pareja más duradera es su gato y el presentador de ‘First Dates’ ha tenido claro que por mucho que hubiera venido “al Olimpo del amor”, Santi era un tipo complicado para estar en pareja.
Magda, su cita en ‘First Dates’, tiene 55 años y también es artista “pinto, hago esculturas, toco piano…”. El presentador le ha advertido que la iban a tener un monumento antes de recordar cómo había sido su primera cita en el programa y su momento de no querer y verse obligada a pagar la cena.
Al verla entrar, Santi ha comenzado a resoplar y Matías ha querido saber si podía ser una inspiración para sus próximos cuadros “mis alumnos me van a matar”. Al verla, el pintor no ha sentido “algo que me elevo, algo que me deja fuera de sí” y no ha dudado en decirle que estaba regular “yo nunca he sido algo bueno”. Magda si estaba contenta de conocer a un pintor y ha querido que le contara cosas.
Magda le ha contado que estaba estudiando Bellas Artes en Granada y al ver que su cita se hacía el remolón para ir a la mesa, no ha dudado en llevarle casi a rastras “tengo una pasión por los hombres grandes, es que me seducen”.
Ya en la mesa, Magda ha querido saber qué tipo de pintura pintaba Santi y él le ha dicho que se dedicaba a la pintura contemporánea, pero ha sacado el móvil y a ella le han entrado las siete cosas. Han brindado por el amor y “por las naranjas de la vega del Guadalquivir”. Santi estaba intentando no prestarle mucha atención a su cita porque no le había gustado nada y ella no estaba dispuesta a dejar de ser el centro de atención.
De hecho, no ha dudado en levantarse y sentarse sobre Santi para que la mirara solo a ella. El soltero se ha quedado en shock y le ha pedido que se levantara y se volviera a sentar en su sitio “invade todo el espacio, le ha faltado ponerme unos candados”. Magda quería hablar del amor y Santi ha sacado su móvil para no prestarle atención, pero no lo ha conseguido. La soltera le ha quitado la boina y se la ha colocado sobre su cabeza “sácame una foto para pintar”.
A Magda le encantaría posar desnuda para un pintor y él ha sentido que era “muy acaparadora”, y no ha dudado en decírselo. Santi no sabía ya qué hacer para quitarse a Magda de encima y le ha dicho que era un tipo “heterosexual y virgen”. A ella le ha dado igual y se ha arrimado de nuevo para hacerle una pregunta indiscreta al oído. Santi no sabía dónde meterse y se ha quedado mudo al escuchar “¿Tienes fimosis?”.
La soltera le ha explicado que la primera vez que vio a un hombre no operado de fimosis se quedó traumada y que siempre hace la pregunta porque no quiere que le vuelva a pasar. Santi no daba crédito a nada de lo que estaba viendo y escuchando “me he quedado alucinado”.
Convertida en un auténtico cuadro abstracto, la cita de Magda y Santi parecía que solo podía seguir sorprendiéndonos. El soltero se ha sentado en el sofá y ella lo ha hecho encima suyo. Santi no podía creer que Madga siguiera insistiendo y ante el comentario “tienes que ser un hombre”, le ha dicho “soy una margarita”. Ella quería que la sedujera de cualquier forma y le ha invitado a que la pasara el caramelo que tenía en la boca y que le tocara un muslo.
Madga se ha ido desilusionando y en el momento de la decisión final ha tenido claro que no quería repetir consiguiendo que Santi se llevara una gran alegría y la despidiera cantando un “Adiós con el corazón que con el alma no puedo”.