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Espiritismo en la Casa Blanca: desde la primera dama que contactaba con su hijo muerto hasta el fantasma de Lincoln

En palabras del propio Iker Jiménez, Carmen Porter cuenta con una de las mejores bibliotecas y entre sus números se encuentra un ejemplar muy especial de la revista ‘Time’: ‘Astrology in the White House’.

Este ejemplar de la revista norteamericana hablaba ya por la década de los 80 de un sorprendente asunto que Carmen ha traído hasta la nave del misterio: las sesiones de espiritismo de la Casa Blanca.  

El 6 de enero de 1853, el recién elegido presidente Franklin Pierce y su esposa Jane vivieron la peor pesadilla que unos padres pueden vivir, la muerte de su único hijo vivo, Bennie, de 11 años, que murió en un terrible accidente de tren cuando viajaban con sus padres hacia la proclamación del Presidente. 

Jane Pierce, que se convirtió en la primera dama, intentó adaptarse a la vida sin su hijo pero no lo logró e incluso llegó a escribirle cartas mientras se recluía en sus aposentos privados de la Casa Blanca. Al mismo tiempo que Jane Pierce intentaba superar la muerte de su hijo, en Estados Unidos crecía el movimiento del espiritismo por la creencia de que los vivos podían comunicarse con los muertos.

La creciente popularidad del espiritismo se debió en gran medida a Maggie, de 15 años, y Katie Fox, de 11, unas hermanas de Hydesville que empezaron a afirmar que unos golpes que se producían en su casa procedían de una fuente sobrenatural: espíritus desencarnados. Las hermanas insistían en que podían comunicarse con ellos, interpretando los ruidos como una forma espectral del código Morse. La propia Jane Pierce acabó invitándolas a la Casa Blanca para intentar comunicarse con sus hijos fallecidos.

Pero los sucesos paranormales del 1.600 de la Avenida de Pensilvania no acababan aquí. El 20 de febrero de 1862, Willie Lincoln, de 11 años, moría en la Casa Blanca tras luchar durante semanas contra la fiebre tifoidea.

El Presidente Lincoln se quedó completamente devastado por la muerte de su hijo y recurrió a los médiums. En diciembre de 1862 Lincoln recibió a la médium Nettie Colburn para una sesión en el Salón Rojo. Colburn afirmó más tarde que el presidente se unió a la sesión y que, en su estado de trance, no se limitó a comunicarse con Willie Lincoln: “Los espíritus instaron al presidente a emitir la Proclamación de Emancipación”. Pero los episodios paranormales de la Casa Blanca continuarían…