Iker Jiménez charla con Antonio Banderas en una reveladora entrevista en la que el actor se abre para tratar los aspectos más misteriosos de su vida. Banderas, que estrena el aclamado musical ‘Gypsy’, todo un clásico en Broadway, revela que, a medida que crecía un popularidad, se ha ido protegiendo para no caer en la vanidad: “Tengo compañeros que han sido arrollados por el éxito”.
Para ello, ha tenido que hacer un ejercicio de conectarse consigo mismo, con su niño interior. Pero, ¿qué elementos misteriosos han rodeado al actor a lo largo de su carrera? Banderas comenta que el escenario de un teatro es un elemento muy mágico donde una silla no solamente una silla, sino que todo cobra un sentido especial: “Para mí, el teatro es un refugio para la verdad. Tiene algo enorme de sobrenatural”.
“Hay un subgénero de sobrenaturalismo en el teatro español. Conocemos obras internacionales como ‘Hamlet’, que habla con el fantasma de su padre, pero en España, en la época medieval, ‘La celestina’ es una bruja, un personaje fascinante que cruza el mundo sobrenatural”, comenta el actor y director.
Antonio Banderas confiesa que se encontraba en un proceso complicado, a punto “de irse al otro barrio” tras sufrir un ataque al corazón. “La noche anterior estaba viendo un partido de fútbol. Mi chica tenía dolor de cabeza y no tenía ninguna pastilla. Fue a un pueblo de al lado, no la encontró en la farmacia y se metió en un supermercado. Cuando fue a pagar una niña le dijo ‘se le ha caído a usted eso’ y eran las aspirinas”.
“A la mañana siguiente, me estaba preparando un té y noto un dolor lejano en ambos brazos, pero pensé que era por haber hecho ejercicio. Empiezo a notar un sudor frio, me faltaba el aire, con una sensación de mucho sueño. Tenía la sensación de irse y lo que te pide el cuerpo es abandonarte, dejarte ir. Notaba un dolor profundo en la mandíbula. Mi chica me dio dos de esas aspirinas y me llevaron al hospital”, relata Antonio.
Posteriormente, tras realizarle varias pruebas médicas, el médico le dijo a su pareja que le había salvado la vida al darle esas dos aspirinas: “La vida, a veces, depende de un hilo tan fino como eso”. “Esa misma noche, estaba en la habitación común y no podía dormir. Apareció una señora mayor (era enfermera) y me dijo ‘el corazón no es solamente un órgano que manda oxígeno al cuerpo, es un almacén de sentimientos”.
La mujer le advirtió que estaría triste y sensible en los próximos días: “Recuerdo hacer ‘Dolor y gloria’ como si me hubieran quitado la piel, en un estado no febril, pero muy sensible a todo. Sentía que me abandonaba. Trabajaba con las emociones, salió un trabajo muy bello, muy real, muy natural. Sentía que me metía en la personalidad de Pedro (Almodóvar)”.
“No sé si es algo sobrenatural”, continúa relatando el actor haciendo memoria de lo sucedido, “pero fue muy bello. Te das cuenta de que, cuando te colocas frente a la muerte, la vida cobra un valor extraordinario. Te das cuenta de la importancia de aprovechar cada segundo. Entonces, después de esa experiencia, todo aquello que no fue importante, se hundieron y quedó mi hija, mis amigos y el teatro”.
Además, Antonio Banderas ha compartido con los milenarios una anécdota que tuvo lugar hace unos años, mientras grababa la película de Bob Esponja. Se grababa sobre un lugar que fue cementerio de esclavitud en el pasado: “Una noche, estaba en la cama escucho que se conecta la ducha y se corta. Luego otra vez. Me levanto y la ducha estaba mojada. Cuando me voy a meter en la cama, hay unos goterones en la almohada. Me entró un canguele por la espalda”.