Antes del II Concilio de Constantinopla en el año 553 ya se discutía sobre la existencia de la transmigración de las almas y la reencarnación. Tras un breve periodo de libertad de pensamiento, empezó la persecución y se declararon “anatemas” a quienes sostuvieran la preexistencia del alma.
Tanto la transmigración como la reencarnación dejaron de ser objeto de discusión en la iglesia latina y empezaron a tratarse como temas tabú.
Pese a los obstáculos, algunos investigadores continuaron estudiando los casos de supuesta reencarnación. Es el caso de Tom Shroder, un periodista americano al que ‘Cuarto milenio’ ha entrevistado en exclusiva.
Gracias a Shroder hemos descubierto que los testimonios de reencarnación y transmigración siguen más activos que nunca: “Un caso me impresionó especialmente, el de una mujer que cuando era una niña, con solo dos años, cogía el teléfono de su casa y gritaba ‘Lila, Lila’. Cuando esa niña creció empezó a contar que no se llamaba Suzanne Ghanem, si no que era una mujer llamada Hanan Mansour, casada con Faruq y que tenía tres hijas, la mayor de las cuales se llamaba Lila”.
Esos datos concordaban a la perfección con la realidad, esa tal Hanan Mansour había existido y todo lo que la niña contaba sobre ella y su familia era tal cual lo relataba.
El doctor Miguel Ángel Pertierra, especialista en cirugía y otorrinolaringología, junto con el doctor José Alonso, especialista en radiología, han visitado la nave del misterio para analizar estos impresionantes casos y para debatir sobre la cuestión.