En la sección ‘Lo increíble es la verdad’, tal y como el propio Iker Jiménez ha explicado al inicio del programa, van a tratarse temas incómodos, temas tabú que no suelen aparecer en televisión pero que sí tienen cabida en la nave del misterio.
En esta ocasión, Iker Jiménez ha rescatado los terribles suicidios colectivos ocurridos en algunas zonas de Alemania nada más terminar la Segunda Guerra Mundial, unos suicidios colectivos que se llevaron la vida de miles y miles de personas que en su mayoría fueron mujeres y niños.
El suicidio colectivo de Demmin ocurrió cuando los habitantes de la ciudad de Demmin, Provincia de Pomerania, decidieron poner fin a sus vidas entre el 30 de abril y el 2 de mayo de 1945. Pese a que el número de fallecidos no está claro, se sabe que el caso de Demmin es el mayor suicidio colectivo registrado en el país, siendo además el suicidio en masa más numeroso llevado a cabo entre la población alemana tras la Segunda Guerra Mundial.
Ante la inminente llegada del Ejército Rojo, muchos habitantes y refugiados de Demmin tomaron la determinación de suicidarse, algunos de ellos junto al resto de sus familiares. Los métodos de suicidio fueron espeluznantemente variados e incluyeron el ahogamiento en los ríos, el ahorcamiento, cortarse las venas y hasta dispararse con armas de fuego. Muchos de los cuerpos fueron enterrados en fosas comunes y, tras la guerra, los suicidios se convirtieron en tema tabú en la República Democrática Alemana.
Dentro de este terror, aún más escalofriante es el caso de las mujeres que mataron a sus hijos antes de suicidarse o las que se sumergieron en el río con una roca a la espalda llevando a sus bebés en brazos.
Hubo casos en los que los niños lograron sobrevivir a los intentos de ahogamiento, mientras que otros de los habitantes de la población que sobrevivieron a un primer intento de suicidio optaron por emplear otros métodos para acabar con sus vidas. Es el caso de una mujer y su hija, quien había sido violada repetidas veces, y que murieron ahorcadas en un ático tras haber intentado morir ahogadas en el río Peene.
Pero la de Demmin no fue la única tragedia, en otros lugares de la Alemania vencida ocurrieron sucesos similares. Estas son las escalofriantes cifras: