Linda marcó la vida de Andrés. Compartieron muchos años juntos y la perra se convirtió en la mejor amiga de este madrileño que sufrió muchísimo cuando tuvo que despedirse de ella para siempre.
“Me hizo pasarlo muy mal con su muerte. Entré un poco en depresión y todo por el amor que le tenía y le sigo teniendo. Me compré la perra que tengo ahora porque se parecía a ella y le puse su nombre en su memoria”, explicaba para ‘Callejeros’.
Sin duda alguna, perderla fue un duro golpe para él y, por ello, no dudó en buscar alternativas para seguir siempre con ella y no perderla: “Pregunté cuanto costaba clonarla y eran como 80.000 euros”, afirmaba.
Como era una elevada suma de dinero, pensó que la única otra manera de estar juntos era disecándola: “La tengo para siempre (..) Creo que tuve buena idea al disecarla, no sabía cómo no perderla”, apuntaba.
Andrés sigue emocionándose cuando habla de la que fue su mascota y mejor amiga y no ha podido olvidar el día que se despidió de ella para siempre: “Se me puso mala yendo de vacaciones y se me murió”, aseguraba.
Pese a que ella está sin vida, el hombre la sigue guardando con mucho cariño en su casa, donde la tiene expuesta en una de sus habitaciones: “Le pongo unas gafas porque sus ojos son de cristal y así no me da sensación”.
Sus sentimientos no han cambiado y así se lo ha hecho saber al equipo de ‘Callejeros’: “La quiero como una hija, hasta muerta. Aquí estaremos siempre juntos. Le he pedido a mi familia que me entierren con ella”, declaraba.