Comienza Iker Jiménez este ‘Cierre’ comentando que un amigo suyo con un local “tuvo que sacar a rastras a un célebre presentador muy digno él, de nariz empolvada, como una croqueta por el suelo y a otros tantos”. “Ojo, que cada uno se divierta como quiera, pero entrevés ahí que algo falla”, añade.
Hace unas semanas, Iker nos habló de los dossiers y de que descubrió que a él le hicieron uno y que era muy aburrido (porque su vida era de lo más cotidiana y no encontraron nada alarmante) y esto le hace pensar que es “un hombre decente”: “A mí no me van e encontrar con la nariz empolvada, sacándome a rastras de un chiringuito. Ni a mis amigos igual, no están en esa onda”.
Esto hace reflexionar a Iker: “Como no me drogo, no me emborracho, no me voy de putuferio, no me voy con jovencitos o jovencitas, como no soy un depravado, la circunstancia es un lenguaje que no se entiende” y habla de los ataques que ha recibido y del hecho de que él no guarda rencor alguno.
“Todo el mundo se puede tomar una copa y yo no soy inquisidor de nadie, pero analizando la circunstancia de algunos personajes concretos, me ha llamado la atención. Lo que pasa entre bambalinas, también influye. La vida que yo tengo aquí delante de ustedes no dista mucho de mi cotidianeidad. Luego hay otros que los ves muy dignos y los tienen que sacar a rastras como una croqueta”, añade Iker. La reflexión completa, en el vídeo.