Los Reyes acudieron a Valencia para asistir a la misa funeral dirigida a los familiares de personas fallecidas tras la DANA. En este encuentro con los ciudadanos, la reina Letizia habría vivido un incómodo momento provocado por el gesto de un hombre mientras le consolaba por lo ocurrido.

Este tenso momento, se produjo cuando la reina estaba mostrando una cercanía emocional, pero también física con las personas que había dentro de esa Catedral. Hablaba con ellos, les abrazaba y estuvo escuchando los relatos de todas las personas. Sin embargo, hubo un instante en el que hay un hombre que se le acerca y le coloca la mano en la cintura y le acaricia la espalda.

Ante esto, la reina Letizia intenta zafarse y apoya su mano encima del brazo de este hombre, pero él vuelve a colocarla. La cara de la reina reflejaba cierta incomodidad tras este hecho.

El periodista, Antonio Naranjo, comenzaba señalando que la reina se siente incómoda con toda la razón: "Yo no le toco la cadera nunca a una mujer, no lo habrá hecho con esa intención, pero no es un gesto oportuno".

Por su parte, Rebeca Marín, que suele ser contraria a las opiniones de Antonio Naranjo, coincidía con él y comentaba: "No creo que esa fuera la intención, pero hay una cosa que está integrada y es no tocar a nadie. Además, que es una cosa absolutamente innecesaria".

Antonio Sotillos y Carlos Cuesta, por el contrario, quitaban toda la importancia al gesto y aseguraban que es un familiar de una víctima de la DANA y que es un acto de afecto y cercanía.