El reality show ¿Quién quiere casarse con mi hijo? se convirtió rápidamente en un fenómeno de la televisión española desde su primera emisión en 2012. A lo largo de sus seis temporadas - arrancando la última de ellas en septiembre de 2024 -, el programa ofreció momentos inolvidables, llenos de risas, conflictos familiares y, por supuesto, romance.
Con Luján Argüelles como presentadora, este formato se destacó por las hilarantes interacciones entre los solteros y sus exigentes madres, y por las parejas que se formaron (o que al menos lo intentaron) en el transcurso de los episodios. A continuación, recordamos algunas de las parejas más memorables que nacieron (o no) en este icónico dating show.
Recientemente Erik y su madre Mari Carmen han destacado durante la sexta temporada. Mari Carmen se convirtió en una de las madres más memorables del show por su fuerte personalidad, mientras que Erik, un joven empresario, buscaba una chica "explosiva pero fina". La relación entre ellos y su dinámica con las pretendientas generó muchos momentos divertidos y de tensión
Uno de los romances más recordados fue el de Roi Porto y Sergi, de la tercera edición. Roi, conocido por su carisma y su simpática personalidad, conquistó a los espectadores cuando decidió elegir a Sergi como su pareja. A pesar de las especulaciones sobre la autenticidad de su relación, Roi y Sergi demostraron ser una pareja genuina, publicando fotos y mensajes de amor en redes sociales tras la emisión del programa.
Este romance fue especialmente significativo porque desafiaba los estereotipos habituales del programa, y muchos seguidores se sintieron emocionados al ver una historia de amor auténtica en pantalla. Sin embargo, tras el final del programa, ambos se mantuvieron fuera del foco mediático, aunque Roi sigue en activo como DJ y empresario en su ciudad natal, A Coruña.
Aunque no logró encontrar pareja, Lety Hilton se ganó un lugar destacado en la historia de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? durante la tercera temporada. Su personalidad extravagante, marcada por sus "morritos" y frases como “Yo antes era pija, pero fui a un after y se me cayeron las perlas”, la convirtieron en una de las pretendientas más mediáticas y queridas del programa. Tras su participación, Lety pasó por otros programas de televisión, como First Dates y Cámbiame VIP, lo que solidificó su estatus como una figura reconocible del panorama televisivo español. Actualmente, vive en Ibiza, donde trabaja en la industria del ocio nocturno, alejada de las cámaras pero siendo todavía recordada por los fans del programa.
El argentino Leo, acompañado por su madre Silvia, fue uno de los participantes más atractivos de la tercera edición, conocido por su físico imponente y su actitud directa. Aunque su final fue feliz al elegir a Marta como pareja, su relación no prosperó mucho tiempo después del programa. Posteriormente, Leo intentó encontrar el amor en Mujeres y hombres y viceversa, pero no tuvo éxito, consolidando su fama en la televisión más como galán fallido que como una verdadera historia de amor.
Markus, uno de los solteros más recordados de la cuarta edición, generó titulares tanto dentro como fuera del programa. Acompañado por su madre, Markus destacó por su personalidad extrovertida y su ambición como modelo. Tras su paso por ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, su nombre estuvo envuelto en varias polémicas relacionadas con su vida privada, especialmente por rumores sobre su orientación sexual y su vida sentimental. A pesar de ello, Markus sigue vinculado al mundo de la moda, donde ha logrado mantener una carrera estable como modelo.
Otras parejas inolvidables
A lo largo de las temporadas, muchos otros solteros y pretendientes dejaron su huella en ¿Quién quiere casarse con mi hijo?. Svetlana, una cantante de ópera que intentó conquistar a Alexis en la tercera temporada, fue otro de esos personajes carismáticos que, aunque no logró formar pareja, se convirtió en una figura memorable. Después de su participación en el programa, Svetlana continuó su carrera en el mundo de la música, aunque no consiguió el éxito esperado.
El legado de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? no solo se limita a las parejas que se formaron, sino también a los momentos inolvidables, los personajes excéntricos y las madres implacables que lograron captar la atención de millones de espectadores. Aunque muchas de las relaciones que nacieron en el programa no prosperaron, las historias, los dramas y las risas siguen siendo un tema de conversación entre los seguidores de la televisión española.