Jesús, un alemán que se siente muy español porque sus padres son de Cádiz, acude al restaurante de ‘First Dates’ con el objetivo de encontrar una compañera con la que demostrar su amor. El soltero cuenta a Carlos Sobera que es muy difícil encontrar un amor estable a su edad porque piensa que muchas personas con 60 años arrastran una gran “mochila del pasado”. “Hay que vivir el presente y hay que disfrutar del momento”, cuenta a las cámaras del programa.

Entre sus pasiones, Jesús ha encontrado en el mundo del motor y la velocidad su gran hobbie. De hecho, tiene un Porsche y un Audi R8. “No sé cuántas multas me van a llegar”, detalla entre risas el soltero a Carlos Sobera.

En cuanto el presentador ha escuchado todo lo que le encanta a Jesús para que caiga rendido ante una mujer, Carlos Sobera se dirige a la entrada del restaurante para dar la bienvenida a Mary, quien será la cita del alemán medio español en ‘First Dates’. Es una dependienta de Fuengirola y adora todo lo relacionado con las relaciones públicas porque, para ella, hablar idiomas, es algo que te hace “crecer”.

“¡Boombastic! Eso, en alemán, significa que es una bomba”, detalla muy emocionado el soltero a las cámaras de ‘First Dates’. Parece que Jesús ha alucinado con el físico de la mujer con la que le han emparejado. Carlos Sobera decide interrumpir la pequeña charla que estaban manteniendo la pareja para dirigirles hasta su mesa, en donde podrán conocerse aún más y, quien sabe, pueda surgir el amor.

Una vez se sientan en la mesa, tanto Jesús como Mary empiezan a conversar para conocerse aún más. “Sería un placer encontrar una pareja española. Una relación española porque creo que con las raíces que tengo cuadra más”, desvela Jesús a las cámaras del programa.

En cambio, parece que Mary conoce muy bien a los alemanes y no ha tenido muy buenas experiencias con ellos: “Al vivir en el extranjero 20 años, tú mas o menos ya conoces el carácter. El alemán es muy agresivo. La forma de hablar, expresar… Por mucho que ellos se vengan a vivir a España, eso lo llevan dentro”.

La conversación que han mantenido durante la mesa ha parecido evolucionar muy bien entre ellos. Ambos quieren volver a recuperar la ilusión de casarse y enamorarse perdidamente. “¡Eres preciosa!”, cuenta sin tapujos Jesús a su cita mientras brindan en la cena. Sin embargo, parece que Mary no consigue encontrar esa chispa con la que caer enamorada del alemán.

Jesús está encantado con Mary. Piensa que tiene un “aura” que encaja a la perfección con el alemán y se ha quedado prendado de ella nada más verse. Por lo tanto, el amante de los coches volvería a mantener una segunda cita con la comercial. En cambio, Mary no querrá tener una segunda cita con Jesús porque no ha logrado encontrar esa chispa y ese cariño en su cita, muy necesarias para llegar a enamorarse y, quien sabe, volver a casarse.