Iker Jiménez nos ha transportado hasta el inicio, hasta el origen de la mitología mejicana al que durante siglos se rindió culto pese a su implacable autoridad. Con la ayuda del gran Juan Villa y sus figuras, el conductor de la nave del misterio nos ha mostrado toda una exposición arqueológica que tiene como centro a Xipe Tótec, el dios de la fertilidad que se abrigaba con la piel humana de las víctimas a las que desollaba.
Xipe Tótec fue el dios de las sombras durante al rededor de 700 años, siete siglos en los que se adoró a una deidad que, tal y como explican los propios arqueólogos mejicanos, representó la mayor de las crueldades: "Para algunos era una figura apocalíptica que anunciaba el fin de los mundos".
Uno de los misterios de Xipe Tótec era cómo hacían sus adoradores para desollar por completo un cuerpo humano y cuáles eran esos malogrados elegidos para honrar al dios. Iker Jiménez ha analizado las prácticas que los poblados que veneraban a Xipe Tótec llevaban a cabo, unas prácticas que en ocasiones tenían como víctimas a adolescentes e incluso niños.
Además de todo esto, el corresponsal en Méjico Alberto Peláez nos ofrece una crónica desde Guerrero, una zona de extrema violencia en la que recientemente fue decapitado a sangre fría y a manos de los narcos su alcalde, Alejandro Arcos Catalán, unas prácticas que inevitablemente recuerdan al pasado más atroz de los cultos mejicanos.