En ‘Volando Voy’ nunca faltan las aventuras y el claro ejemplo de ello es Jesús Calleja. El presentador aparece escoltado por la Policía en la sorpresa final a la banda municipal de música de Arenas de San Pedro, al grito de “no me detengan”. ¿Qué le habrá pasado?
El equipo de ‘Volando Voy’, capitaneado por Jesús Calleja, viaja hasta el corazón de la Sierra de Gredos en Ávila para dar una gran sorpresa a los miembros de la banda municipal de música de Arenas de San Pedro.
La banda de la localidad abulense tiene una longeva tradición y es que los vecinos de Arenas de San Pedro llevan participando en ella de manera altruista desde hace más de 140 años.
Desde que el director actual de la banda, Alberto Barranco, llegó en 2018 a la localidad, el grupo ha aumentado su tamaño de manera considerable, de los 14 a su 55 miembros actuales. Su sala de ensayo se ha quedado demasiado pequeña y el equipo de ‘Volando Voy’ ha querido facilitarles una nueva, para que puedan ensayar cómodamente, semana tras semana.
Jesús Calleja se las ingenia para conseguir una sala en la antigua cárcel de Arenas de San Pedro. Pero el local necesita una reforma y el presentador se encarga de pedir ayuda a varios vecinos del pueblo, que rápidamente se ponen manos a la obra.
Cuando las obras están finalizadas, Gabriel, artista plástico de la localidad, se encarga de decorar las paredes con un grupo de alumnos, en su mayoría niños, que plasman en las paredes pentagramas y notas musicales.
Para darle un toque más acogedor a la sala, Calleja pide a Beluga, una mujer de la localidad vecina de Guisando, que le ayude con una selección de plantas. Y es que Beluga, de nombre de pila María Dolores, es una amante de la naturaleza y hace alucinar a Calleja cuando le enseña que algunas de sus plantas “cantan”.
La ilustradora María Muñoz de Fernando, también vecina de Arenas de San Pedro, da otro toque artístico a la nueva sala de la banda municipal de música, con un diseño recordando a generaciones pasadas del grupo musical.
Daniel, folklorista y encargado del nuevo Museo del Traje de Arenas, también sorprende a todos los miembros del coro con un broche histórico, nunca mejor dicho, pues realiza a mano broches con las flores de la Jara, típicas en la región.
Jesús Calleja entrega en nombre del equipo de ‘Volando Voy’ una batuta personalizada a Alberto Barranco, el director de la banda, hecha con madera noble y con el nombre del programa tallado.
En la inauguración de la nueva sala de ensayo de la banda municipal de música de Arenas de San Pedro, Jesús Calleja tiene la ocurrencia de aparecer escoltado por dos agentes de Policía, al grito de “no me detengan”.
Ante el asombro y las risas de los vecinos de la localidad abulense, Calleja responde con una pequeña lección de historia: “A ver, que lo cuento, este edificio desde mediados del siglo XIX hasta después de la Guerra Civil fue una cárcel”.
La banda municipal de música de Arenas de San Pedro muestra su agradecimiento con un pasacalles y una actuación que anima a todos los vecinos del pueblo. Sin duda, un emocionante final de la décima temporada de ‘Volando Voy’.