Iker Jiménez aborda en 'Cuarto milenio' el caso del Inca Valero, el boxeador que no tenía miedo, y lo hace con la ayuda del catedrático Manuel Martín-Loeches. Su increíble y trágica historia guarda varios misterios aún sin resolver y en el programa se investiga a fondo su crónica.
Inca Valero pegaba, destrozaba y remataba. Toda su vida, desde los 12 años. fue pura violencia. Desde los 9 ya bebía, fue arrestado varias veces y se convirtió en campeón de Venezuela. 86 victorias rápidas, la media de aguante de los rivales era de dos minutos. Era considerado más que valiente, un temerario.
Pero como toda historia trágica, tuvo su giro imprevisto. El 5 de febrero de 2001, el Inca Valero no llevaba casco mientras conducía y se cayó de su moto. El impacto fue tan grande que su cerebro se movió por completo, cambiando así su vida por completo.
Fue a partir de ese accidente cuando el boxeador perdió el miedo, en el ring parecía desconocer el peligro, no se cubría de los golpes, los rivales comenzaron a rehuirle y el afirmaba que estaba poseído por un demonio. Poco después, una resonancia magnetica descubrió irregularidades graves en los circuitos mentales.
Una mañana, Valero se despertó junto a su mujer, asesinada esa misma noche, poco después confesó que había sido él quien le había rebanado el cuello a su esposa. Ya en la celda, se descubrió que el boxeador hablaba solo, revelándose así una esquizofrenia.
El doctor Manuel Martín-Loeches se muestra completamente asombrado con el caso del boxeador: ''Es un claro ejemplo de cómo nuestro comportamiento se puede ver afectado de forma dramática en cuando tocamos el cerebro. Hay que tener mucho cuidado''.
El catedrático revela que tiene la sensación de que el Inca Valero debió tener una lesión que le afectó a los lóbulos temporales y explica detalladamente cómo afecta eso en el cerebro, y por tanto al comportamiento de las personas afectadas.