Selina tiene 29 años, es auxiliar de medicina y acude al restaurante de ‘First Dates’ para buscar a un “chico divertido, que le guste viajar, hacer ejercicio, aventuras y que tenga higiene en la boca”, algo a lo que ella le da una gran importancia.
En el programa de Carlos Sobera se ha dado cita con Sergio, un empresario de 36 años que, en un principio (y en un final) no le ha gustado absolutamente nada. Lo primero que ha visto de él ha sido su pelo de color azul, que no era de su estilo: “Los colorines, no”.
La comensal del espacio de Cuatro ha sido muy sincera y ha asegurado que “lo único” que le ha gustado de él han sido “sus ojos”: “No me gustan sus dientes ni su pelo, no es mi rollo”, apuntaba la joven auxiliar de medicina.
Pese a que no ha sentido una atracción en un primer momento, Selina ha querido jugar un poco y no ha dudado en hacerle preguntas de lo más íntimas, con el objetivo de descubrir cuáles eran sus gustos sexuales.
En el restaurante del amor y ante varias cámaras que los apuntaban, ambos se han dejado llevar y han hablado de sus preferencias sexuales: “Yo creo que conmigo no durarías porque soy muy perra”, le advertía ella.
“A mí me gusta mucho experimentar, pero no a todo el mundo le gustan mis fantasías”, aseguraba la comensal. Después de ese mensaje, no dudaba en contarle cuál era uno de sus grandes sueños eróticos y hacía una proposición a Sergio.
“A mi me gustaría poder hacer un trío con otro chico y que entre ellos interactuaran también”, le decía ella. “Yo, como chico, mi cerrojo lo tengo cerrado”, apuntaba. “¿Cumplirías mi fantasía?”, preguntaba Selina, a lo que él decía: “Pero mi cerrojo, no”.
“Bueno, bueno… Poco a poco, que eso entra suave”, le apuntaba ella, para intentar que su chico abriera su mente. “Mi cerrojo y mi espada es para las chicas”, aseguraba él, con total convicción.
A Selina no le ha gustado nada su acompañante, pero no se ha cortado a la hora de dar rienda suela a la pasión con él y, en el baño del restaurante del amor, se han dado algún que otro beso “vampírico”.
Eso sí, el intercambiar muestras de cariño y pasión no ha servido de nada, ya que ella ha tomado la decisión de marcharse sola del programa de Carlos Sobera: “Como pareja, no. No me gusta que tengas el pelo de colores y tengo una obsesión con los dientes”, decía.