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First dates

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Una soltera cambia de opinión al descubrir el talento sexual de su cita de ‘First Dates’

Jenifer nos ha confesado que tres cuartas partes de su nomina se van en ocio, le encanta salir y vivir experiencias nuevas. Actualmente trabaja de expendedora en una gasolinera, pero realmente es artista circense. Ha trabajado en el circo desde los 7 años y es artista de quinta generación. Le ha confesado a Carlos Sobera que sí se había enamorado y es que justo acababa de sentir un flechazo que no esperaba. Sí, la soltera se había quedado petrificada al ver a Matías “es mi prototipo”.

Le gustaría ir poco a poco conociendo a su cita de ‘First Dates’ y con el tiempo encontrar a un hombre con quién formar una familia porque le gustaría ser madre de muchos hijos. También le gustaría que fuera tierno, cariñoso…

Rafa quiere saber a qué se dedica su cita y por qué suspendieron su cita semanas antes

A Rafa, su cita, no le gusta besarse en la primera cita porque es de pueblo y le gusta mantener la magia de la conquista. Al verle, Jenifer no ha sentido lo mismo que con Matías y ha pensado “no es para mí”, pero ha querido conocerle. Él ha comenzado la cita preguntándole a Jenifer su edad, pero le ha confesado que lo que más le importaba era su profesión porque hace unas semanas que le suspendieron la cita.

La cena ha comenzado jugando a adivinar sus respectivas edades y Jenifer se ha indignado cuando su cita le ha echado 34 o 35 “estoy acostumbrada a que me echen 22, tú me has visto, si parezco una niña”. Le ha gastado una broma diciéndole que tenía 22, pero luego le ha confesado que tenía 30. A ella le ha gustado que él fuera de Almería porque ella es de Burgos y le gusta más el calor que el frío.

A Jenifer le ha gustado que Rafa viajara en su furgoneta porque a ella le gustaría ser madre de la sexta generación de circenses. Le ha vuelto a vacilar diciéndole que se iba a comprar una furgoneta cuando se le estropeara el Lamborghini y el Ferrari, y Rafa se lo ha creído “no sé en qué trabajabas y he pensado en un banco o un negocio de alto nivel”.

A Rafa le gusta el shibari y a Jenifer le gusta que la aten

En el tema sentimental, Jenifer le ha contado que tuvo una relación liberal y le ha contado que si la ve de fiesta puede pensar que es una suelta, pero que luego no lo es. Sexualmente, Rafa también le ha demostrado que es muy abierto y le ha hablado de su pasión por el shibari, algo que a ella también le gusta, pero que lo llama “atarse con cuerdas”. Rafa no ha querido enseñarle a su cita todos sus talentos sexuales y no le ha mostrado su descomunal lengua ni le ha hablado de su habilidad de hacer nudos de cerezas y apoyos.

En el reservado, los solteros han jugado a seducirse, pero Jenifer ha sentido que su cita era un tipo normalito y ella aunque no se quiere sentir una princesa “quiero a un Ken”. Jenifer le ha invitado a cenar y ella ha sentido que se iba a ir para Almería con él, pero ella le ha explicado que no le había gustado para una relación seria, pero que no le importaría hacer una escapada en su camperizada y “si se da la situación, un polvazo bien echao…”.

Rafa ha acertado su oferta y le ha dicho que cuando echen ese polvo igual le hacía un nudo con su lengua. Jenifer ha alucinado al ver la lengua de su cita y entre palabrotas ha soltado un “Joder, como debe chupar eso. Yo tengo que probar esa lengua”. Él se ha reído porque ha visto claramente que acababa de cambiar de opinión.