Idoia se ha presentado en ‘First Dates’ como una chica muy alegre y dinámica, que ha vivido en Ámsterdam y que ha trabajado en las principales empresas tecnológicas. Ahora está sin trabajo, pero no se viene abajo “voy a ser guía turística”. Le encanta la música, toca el piano y desde que murió su padre comenzó a componer e indagar en sus emociones. Busca a un chico curioso de mente y que se cuide físicamente.
Chema, su cita, es un tipo que ayuda a las personas a empoderarse y vivir su propia sexualidad, su propia vida. Siente que transmite mucha energía y cuando ve a alguien decaído, siente ganas de zarandearlo y decirle que despierte. Al verle, Carlos Sobera se ha sorprendido con sus musculosos brazos y no ha dudado en pedirle que sacara músculo “con esto se parte una nuez”. A Idoia también le ha impactado su físico, pero no ha sido algo correspondido.
Durante la cena, Idoia le ha contado a Chema que ella era muy nómada y le ha hablado de sus viajes, de sus estancias en diferentes países y sobre todo, de su pasión por el piano, un tema del que él también tenía algunos conocimientos. Él le ha contado que tenía una escuela online de crecimiento personal y desarrollo humano, y de cómo su objetivo era empoderar a las personas trabajando los tres planos “emocional, físico y mental”.
Ella parecía muy cómoda, pero él no estaba viendo en Idoia un físico trabajado y a él le gustan las personas que se aman y lo reflejan en su físico “un cuerpo más trabajado, más fitness”.
En el tema sexual, Idoia se ha mostrado un poco más reservada y le ha dicho que su fantasía sexual estaría relacionada con un juego de roll. A Chema no le ha excitado nada la idea porque él es más de tríos y de hacer el amor sin penetración, incluso ha tenido la sensación de que el tema sexual podía ser una red flag entre ellos.
Idoia ha aprovechado la soledad del reservado para demostrarle a Chema cuál era su estilo de música y él ha sentido que no lo hacía mal, pero que necesitaba desprenderse todavía de la capa que ocultaba su verdadera personalidad.
Ella estaba encantada con él y le ha dicho que sí a una segunda cita, suponemos que sin esperar que él le dijera que no se había abierto lo suficiente y que no tenía el físico que estaba buscando.