Iker Jiménez y Carmen Porter han logrado lo imposible: grabar desde el mítico 'Área 51', un destacamento remoto controlado por la base aérea de Edwards, en el sur del estado de Nevada (Estados Unidos).
El objetivo principal de esta base sigue siendo hoy un misterio, pero son muchos los que creen que en ella se están llevando a cabo proyectos de investigación y desarrollo con sistemas de armamento avanzados. ¿Se trata de eso o realmente se esconden en sus instalaciones objetos de otros mundos interceptados por el ejército norteamericano?
El secretismo que siempre ha envuelto a esta zona ha provocado que surjan infinidad de teorías conspiratorias en torno los presuntos objetos volantes no identificados que podrían estar siendo analizados allí.
La leyenda del Área 51 nació cuando en 1989 Bob Lazar, un polémico conferencista y ufólogo estadounidense, aseguró para asombro del mundo que en ese lugar se tenían almacenados en secreto aparatos alienígenas que se habían estrellado contra el desierto de Nevada.
"En las instalaciones de la S-4, a unos 24 kilómetros al sur de la famosa 'Área 51', se me concedió acceso parcial a dos discos diferentes, además pude ver dos niveles de una de las naves que se encontraba en estado completamente funcional y cuyo vuelo presencié (...) Mi trabajo en el programa se desarrolló en el departamento de ingeniería inversa, coger un objeto y diseccionarlo para averiguar cómo funciona, el objetivo de este departamento era averiguar si se podía replicar esa tecnología con materiales terrestres (...) Recuerden, quienes ven discos en el cielo no están locos, les recomiendo que sigan mirando hacia arriba, especialmente aquí, en Nevada".
Se trata de un lugar con extremadas medidas de seguridad, un lugar al que los trabajadores de las instalaciones llegan en vuelos privados especialmente creados para ellos: “Tienen totalmente prohibido hablar de lo que hacen allí dentro”.
Iker Jiménez y Carmen Porter, en compañía de su hija Alma, han logrado acceder hasta la valla que rodea la mítica zona y allí han sido vigilados por miembros de la seguridad: “¿Por qué hay tanta seguridad aquí si supuestamente aquí dentro no se guarda nada?”.
Justo cuando Carmen e Iker se hacían estas preguntas junto al perímetro del Área 51 se daban cuenta de que dos camionetas se acercaban hasta ellos: “Vienen para acá, vienen hacía nosotros, mami métete en el coche”, avisaba Alma, la hija de los presentadores, quien seguía grabando desde el coche por indicación de su madre.
Aunque esta furgoneta, y una posterior, terminaban alejándose de ellos, los presentadores, su hija y el guía que les acompañaba no tenían duda alguna: “Es lo que suele pasar aquí, una furgoneta blanca, sin distintivos, se acerca para asegurarse de que los que husmean por aquí no se acercan a la zona prohibida”.
Iker y Carmen no han estado solos en este especial ‘Dossier desde el Área 51’. El escritor Javier Sierra y el periodista Enrique de Vicente han intentado dar respuesta a muchas de las interrogantes que envuelven a este enclave y que aún hoy, cuatro décadas después, sigue siendo uno de los grandes misterios del mundo.
Las teorías acerca de este lugar se encuentran por decenas, mucho más después de que Lazar lanzase al mundo su experiencia en pleno boom mediático sobre el fenómeno OVNI. Javier Sierra tiene una teoría sobre cómo ha llegado este lugar a convertirse en leyenda:
“El propio Presidente Bill Clinton, en diciembre de 1993, pidió que se desclasificaran los documentos de Roswell, el supuesto hallazgo OVNI de más de mil páginas de contenido que finalmente se atribuyó a un aparato espía ruso”.
Para Sierra, Clinton aportó a este asunto aún más interés mediático y conspiranoico al hacer esa petición de desclasificación de documentos, algo que acrecentó la leyenda de este misterioso lugar en el que ni tan siquiera los trabajadores pueden hablar sobre lo que realizan dentro de sus instalaciones.
Enrique de Vicente por su parte cree que efectivamente en este lugar se guardan secretos que solo las más altas instancias del Gobierno y el ejército norteamericanos conocen. El profesor opina que, aunque también se han contado flagrantes mentiras, en ese lugar no solo se esconde algo, si no que existe toda una compleja y extensa red de túneles secretos:
“Los trabajadores, durante los últimos tiempos, hablaban de que trabajaban en ‘no place’, en ‘ningún lugar’, pero existen un montón de soplones que lo que dicen es que hay un sistema subterráneo enorme ahí creado, un sistema de trenes que unen varias instalaciones militares norteamericanas y que hasta en algunos hoteles de lujo de la cercana La Vegas hay ascensores exclusivos que conectan directamente con estos túneles”.