Ángeles es peluquera y tiene claro que su look y su forma de ser extrovertida, le ha creado bastante problemas. Es una mujer atrevida y que se siente un poco como el Ave Fénix “si me hundes resurjo”. En el amor se ha encontrado mucho eso de “te prometo, te prometo hasta que la meto y después de metido, nada de lo prometido”. Siente que tiene “un imán para los cucarachos” y no quiere más de esos en su vida. Busca a un hombre con tres dedos de frente y que le entre por los ojos.

Antonio, su cita, se cambia el pelo de color cada año, este ha tocado azul. Anela tener a alguien al lado para compartir la vida o una comida que has preparado. Al verle, Ángeles ha sentido que venía demasiado de sport y que no tenía edad para llevar el pelo azul “aunque yo venga con estos pelos”.

A él tampoco le ha gustado mucho el rollo pin-up que llevaba su cita “me gusta más el rollo perroflauta” y la cita ha comenzado con cierta rigidez entre ambos. Menos mal que por lo menos han descubierto que vivían cerquita.

Antonio ha querido saber qué estaba buscando su cita y ella le ha contado que había tenido muy mala suerte en el amor. Eso sí, también le advertido que era una chica muy rosa, pero “soy una Barbie, una Nancy camionera”. Él le ha dicho que tenía que ser positiva porque si era buena persona la vida le recompensaría.

El soltero le ha contado que él había tenido mucha suerte en el amor, pero que las enfermedades le habían apartado de ellas. Al saber que sus dos parejas habían muerto muy jóvenes, Ángeles ha sentido que era un poco la viuda negra y le ha soltado un “Vade retro Satanás”. Algo que Antonio se ha tomado con humor porque está acostumbrado.

En el tema musical, han coincidido en que a ninguno de los dos les gustaba el reggaetón y Antonio le ha contado que siempre había sido heavy, que solo escuchaba música heavy, que llevaba pantalones de leopardo y pulseras de pinchos… Pero que un día sintió que le faltaba algo en la vida y una amiga le animó a leer “desde ese momento, no he parado, es mi pasión en la vida”. Antonio asegura que no tiene estudios “no sé ni multiplicar”, pero que la lectura y los libros de autoayuda le cambiaron la vida “no he vuelto a tener un problema”. Sin embargo, Ángeles no le ha creído “Siempre hay un momento en el que te vienes abajo”.

La soltera le ha contado que ella era como “la sidra el Gaitero, famosa en el mundo entero”, pero que no se llevaba muy bien con todo el mundo porque era demasiado sincera y eso no gustaba. Él no lo ha entendido mucho porque a él no le gusta la gente falsa, pero lo ha aceptado.

En el momento de la decisión final, Antonio ha sido sincero y le ha dicho que podían ser amigos, pero que a él le gustaban las chicas con rollito perroflauta “más del 15M” y ella le ha dado la razón “pensamos igual”.