La obsesión de Ben con Ryn se hace cada vez mayor y, esta noche, el biólogo se despierta sobresaltado porque ha soñado ella.
En la orilla aparece Donna junto a dos más de su especie: Levi y Katrina. Su objetivo es llevar de vuelta a casa a Ryn y, para ello, tienen que pasar desapercibidos en el pueblo. Cuando las sirenas vuelven a sembrar el caos en Bristol Cove, Dale trata de poner fin a esta situación de una vez por todas y todo apunta a que no acaba muy bien…
En el segundo episodio, el dolor de Donna la está consumiendo poco a poco y Ryn no puede contener la desesperación por salvar a su hermana. Decker y, especialmente, Ben se encuentran cada vez más encandilados con la canción de la sirena. Por su parte, Helen desvela su verdadera naturaleza y el Sheriff Dale Bishop debe afrontar un grave problema: el incremento de la delincuencia en Bristol Cove.