En este programa, que trataba de la felicidad, Samanta ha retomado su gran sueño. Antes de ser periodista, siempre quiso ser bailarina; y, más concretamente, hacer el baile y dar el salto de la mítica Dirty Dancing. Así que, sin pensárselo, le ha pedido al Christian Sánchez - nuestro Patrick Swayze a la española – que le de unas clases particulares.