Samanta le tenía preparada a Ruth Lorenzo una última sorpresa: vivir el cara a cara más emotivo que jamás había tenido con su madre. La primera pregunta fue clara: “¿Qué piensas de mí, mámá?”. Su madre contestó sin dudar: “Que tienes un corazón de oro”.
Su madre quiso la misma pregunta de vuelta y Ruth fue más sincera que nunca: “Eres mi heroína, y la mejor madre y la mejor mujer que pisa la tierra”. La emoción fue en ascenso cuando la madre de Ruth le confesó que “el momento que más me hace vibrar mi ser es el momento en que decidí que tú tenías que nacer”.
Ruth quiso que su madre también supiera lo que significa para ella, y además de decirle que es “un ejemplo de libertad, y de mujer luchadora, de batallera, de guerrera y de tocapelotas”, quiso agradecerle entre lágrimas algo muy importante: “Te tengo que decir, de mujer a mujer, que gracias por tener el valor de darme la vida”.