Uno de los momentos más emotivos del viaje que Irene Villa ha vivido junto a Samanta Villar y su familia al pasado, ha sido el instante en el que los cuatro miembros de la familia se han mirado al espejo y se han enfrentado a la realidad de su pasado y su futuro.
Virginia, María Jesús, Luis Alfonso e Irene se han mirado al espejo y han hablado con su yo del pasado. Irene ha demostrado que la fortaleza guía su camino y su madre que la alegría tiene que ser su constante. Sin embargo, Virginia no ha terminado de superar el daño que su familia vivió ese fatídico 17 de octubre de 1991 y se ha roto al hablar con la niña que vio cómo su familia se rompió por completo y que tono ha parado de luchar desde ese momento.
Samanta se ha quedado impresionada con Irene, una niña que con tan solo 12 años tuvo que elegir qué vida quería vivir y que tuvo claro que no quería que le arrebataran su ilusión de vivir. Nadie mejor que ella sabe que la vida es un regalo y por eso sigue en pie y dispuesta a contarlo.