El próximo invitado a 'Samanta y la vida de' es Cesc Fábregas. Un jugador de fútbol diferente al resto que se crió entre Barcelona y Londres, recorrió todo el mundo con la selección española y ahora vive uno de sus mejores momentos personales afincado bajo el sol de la Costa Azul.

El futbolista es una persona con una mentalidad abierta, está casado con una mujer libanesa y han tenido tres hijos (Lia, 7 años; Capri, 5 años; y Leonardo, 3 años) que ya conocen tres culturas diferentes. Sin duda, no hay lugar que se le resista a la familia Fábregas; y por esto, entre otras muchas cosas, ha viajado Samanta hasta Mónaco para saber todo sobre ellos.

El de Arenys del Mar (Barcelona) será recordado como aquel jugador que metió el penalti decisivo en la tanda ante Italia. Todos tenemos esa imagen de Casillas abrazando a Cesc, entre lágrimas, sabiendo que habían derribado el dichoso muro de los Cuartos de Final. Ahora toca mostrar el lado más personal y ahí también es un auténtico fenómeno.

El catalán está completamente enamorado de su mujer Daniella Semaan, siempre están unidos y son unas auténticas estrellas en redes sociales. La libanesa tiene 12 años más que Fábregas, tiene dos hijos procedentes de una antigua relación y arrastra problemas judiciales con su ex hasta el punto de que Cesc tuvo que declarar durante el proceso de divorcio. Sin embargo, las mala relación con la anterior pareja no ha impedido que el futbolista tenga un vínculo muy cercano con María, hija de 20 años e influencer, y Joseph.

Dos de los mejores amigos de Cesc Fábregas son Leo Messi y Gerard Piqué. Los tres se conocen desde que jugaban en las categorías inferiores del Barça, con apenas 10 años, y desde entonces han creado una amistad que es cada vez más fuerte.

De hecho, muchas veces los paparazzis han pillado a Messi y Piqué en Londres mientras visitaban con sus parejas a su colega Cesc. O al contrario, Fábregas siempre que puede tiene una escapadita a Barcelona para ver a su familia y amigos. De hecho, en la última etapa del catalán en el club culé se provocó la unión total en el grupo, pues su mujer Daniella Semaan empezó a llevarse muy bien con Antonella Roccuzzo, pareja del argentino.

Tal es la confianza que tiene Cesc Fábregas con sus amigos que quedará para el recuerdo el día que a Piqué se le escapó en una rueda de prensa que su amigo fichaba por el Chelsea: ¡antes de que se hiciera oficial! Cesc se lo había confesado a su amigo en privado y a este se le escapó delante de los medios al no enterarse de que estaban los micrófonos abiertos: ¡Fábregas no sabía si echar a llorar o reír!

Tanto Cesc Fábregas como Daniella son dos auténticos huracanes en redes sociales y su plataforma favorita es Tiktok. Los dos se encargan de mostrar a sus seguidores todo lo que hacen y han sido un ejemplo de superación durante esta etapa de coronavirus. De hecho, el mismo futbolista mostró como su bisabuela superó el virus.

La madre de Cesc volvió a ser madre a los 45 años y tuvo a su hermana Claudia. Además, el futbolista es un tipo muy familiar que hace cualquier cosa para mantener felices a los suyos... hasta pujar por una cena benéfica con Orlando Bloom y Miranda Kerr para regalársela a su hermana: hizo realidad su sueño.

Cuando llega el verano, Cesc lo tiene claro: sus lugares favoritos son Ibiza y Cerdeña. Por otro lado, es un fanático de la comida japonesa y de jugar a la PlayStation hasta el punto de subir fotografías con su 'carta de jugador' personalizada en el Fifa20.

Se casó con Daniella Semaan allá por 2018 y desde entonces han estado haciendo las maletas para viajar de un lugar a otro. Ahora parece que Cesc ha encontrado la estabilidad en Mónaco, un lugar donde reina el sol sobre la costa y que tiene unas condiciones climatológicas muy parecidas a las de Barcenola.

En sus redes sociales se puede ver que están viviendo esa etapa al máximo, sus fotos en la playa, excursiones a Niza o las imágenes del deportista haciendo deporte por la costa francesa son algunas de las estampas más normales entre los Fábregas. Además, vivieron el confinamiento allí, en un enorme apartamento con unas vistas inmejorables al mar y nos deleitaron con vídeos haciendo ejercicio en familia, jugando con los filtros de Instagram o viendo el atardecer desde su terraza.