Tras su última cita, Gabi pedía opinión a su madre para tomar una decisión: "tema Priscila sigo pensando lo mismo no, peor", decía su madre tajante y Gabi demostraba sus dudas: "Tengo las cosas claras pero cuando la veo, paso un rato con ella y me río no las tengo tan claras". Pero Toñi también nos sorprendía hablando de Patricia: "con ella no lo tengo tan claro".
"Tampoco quiero una mujer perfecta que no me haga reírme", continuaba diciendo el príncipe. "¿Te dejas aconsejar o no?", preguntaba Toñi pero Gabi ya tenía clara su opinión: "Yo sé que tú lo tienes claro, tonto tampoco soy yo".
"Tengo 24 años y hago lo que me sale de los cataplines", reflexionaba ya a solas Gabi tras despedir a su madre. Le tocaba tomar una decisión y citaba a sus chicas a la mañana siguiente en un viñedo.
Ellas esperaban, brazos cruzados y con pie firme la llegada de su príncipe. Él se dirigía hacia ellas con un ramo de flores en la mano. Los segundos se hacían largos pero, al fin, llegaba a su lado. Gabi les explicaba que solo guarda recuerdos buenos de ambas, pero tenía muy claro lo que quería: "el tipo de mujer que busco es una compañera que esté a mi lado, que me sea fiel, que me de paz, que cuando necesite caña me de caña… pero sobre todo que me haga sentir el hombre más feliz del mundo y que me acompañe para siempre en el camino que esté emprendiendo", comenzaba a decir.
Ellas se mostraban nerviosas, pero Gabi continuaba hablando: "Lo que quiero sobre todo es que me seáis…" y en ese punto se interrumpía porque una mosca le estaba haciendo el discurso imposible: "se me está poniendo en la cara ¿No podemos matarla?".
Moscas a parte, Gabi comunicaba su elección y sus motivos: "me he decidido por la mujer que más me ha demostrado las cosas, que ha estado ahí en todo momento, quiero entregar este ramo a… Patricia".
La aludida corría a abrazarle y besarle mientras Priscila espetaba: "lo sabía". "Quiero darle el abrazo más grande del mundo a Priscila", decía Gabi cogiéndola en brazos, pero ella se resistía: "No quiero, Gabi que me sueltes"; "No te pongas así", le pedía él, pero ella se mostraba tajante: "No quiero saber de ti en mi puta vida".
Tras la elección las dos chicas valoraban lo sucedido. Priscila parecía algo despechada: "espero no volver a encontrármelo en la vida pero nunca se sabe, la vida da muchas vueltas". Mientras, Patricia era optimista pero también sabía que todo podía cambiar el día de la gala final: "Sé que todavía queda la gala, que ahí puede decidir si irse conmigo o irse con su madre buscando el amor por otro lado…"