La convivencia continúa pero con novedades. Las madres deciden dar un respiro a sus polluelos y les dejan solos. Pero lo hacen con un único objetivo: investigar a aquellos de quienes sospechan. Mary desembarcó en la capital y se dirigió a casa de Manu. Sin embargo, lo que allí descubrió le dejó atónita: no solo es stripper, también es actor porno.
Isabel, ante la negativa de Lucía, decidió acudir a casa de Raquel. Lo primero que encontró fue mucho desorden y luego una bandera que no le gustó nada: “yo para mi hijo no, una chica del PP no”, decía.
Cómo no, Toñi decidió investigar a Priscila. Acudió a la casa de su madre y, por si no fuera poco el disgusto con el barrio, nadie le abrió la puerta. A pesar de los intentos de Jia por tranquilizarla, el enfado de Toñi aumentaba con el paso de los segundos.
Los churumbeles aprovecharon al límite la ausencia de sus progenitoras. Gabi despertó a sus chicas a gritos y con copas. Ellas se metían en la piscina y… quizá fue el mojito pero lo cierto es que Priscila decidió hacer algo prohibido: asaltar el dormitorio de Toñi.
Los mellizos sí respetaron el espacio de su madre. Se llevaron a sus chicas a jugar al golf pero Álvaro demostró ser el peor. Eso sí, en conquista ha avanzado porque fue el único que se llevó besos: los de Ana.
Javier aprovechó la ausencia de su madre para repescar a alguien que Isabel no quiere en su casa: Rocío. Tanto se alegró de verla que le dio un beso de agradecimiento. Distinta actitud tomaron el resto de chicas que, boquiabiertas, pedían explicaciones al soltero.
Isidoro se llevó a sus chicas a un lugar especial… de botellón y, por si fuera poco, pronunció una frase que despertó las carcajadas de algunas y el enfado de Natalia: “Yo quiero esta noche… para qué voy a ir de bueno y de romántico. Mi cuerpo pide marcha”. Ella le perdonó, incluso le besó, pero Isidoro repitió error: tiene miedo a enamorarse de las tres y este temor lo pronunció en voz alta provocando la ira de la chica.
Mientras, Gabi se llevó a sus chicas a su terreno: el local donde trabaja. En un reservado, con champán y cócteles, el chico se acercaba a todas. Pero la noche acabó en tragedia: Selene, harta de los Celos de Priscila, les lanzaba una cubitera llena de hielos. Los mellizos y Javi compartieron no solo cita, también chicas.
Quiso la casualidad que eligieran la misma terraza para tomar algo y el sevillano se dispuso a dar una lección de conquista a los hermanos. ‘El tito Javi’, como él mismo se definía, se llevaba a Sara a un lado para decirle cómo poner celoso a Álvaro. Sin embargo, quien se llevó a la chica fue Luis Carlos, o más bien Lucía se lo llevó a él. Ella no iba a permitir que Javi se divirtiera sin ella y decidió llamar la atención del mellizo. Y lo hizo, tanto que acabaron besándose.
La noche de Pedriño fue aún más movida. Se llevó a sus chicos a un local donde trabajó y allí Manuel les hizo una demostración. El stripper bailó en la barra y Ángel le siguió. Idéntica situación se repitió cuando Manu se llevó a Pedriño al baño y Giordis, presa del despecho, decidió abandonar el encuentro.
Pero la noche de los niños iba a tener consecuencias. Las madres se plantaron y exigieron a sus hijos expulsiones. Toñi no iba a permitir el comportamiento de Selene, Mary no quería que su hijo se enamorara de un actor porno, Dolores prefería que Yolanda fuera su nuera, Isabel se negó a que Lucía siguiera bajo su techo y Paqui reprochó sus dos hijos su comportamiento: ni iba a tolerar que Luis Carlos se fuera con Lucía ni que Álvaro se enamorara de Ana. Pero ellos tienen la última palabra…