Dónde si no. Isidoro aprovechó la ausencia de Dolores, su madre, para llevar a sus chicas de botellón. Antes del primer sorbo, ya dijo un comentario que provocó el enfado de Natalia. A Isidoro el cuerpo le pedía “marcha” y ella, que supo interpretarlo, le acusaba de no buscar novia, sino alguien para una noche. Pero Isidoro continuó tocando el trasero de la chica en cuanto se dio la vuelta.
Los ánimos parecían calmarse una vez que entraba en la discoteca, pero Rebeca y Alexandra se enfadaron cuando Natalia se llevó al soltero. La parejita pasaba del estado ‘acaramelado’ al ‘enfadado’ con frecuencia. Primero hubo besos pero, cuando Isidoro dijo temer enamorarse de las tres, Natalia se apartaba y le espetaba: “¡Ya la has cagado!”.
De vuelta a casa, Alexandra sacó todas sus armas de mujer. Con una silla en el centro del salón le dedicó un sensual baile a Isidoro mientras pasaba por su cuello el hielo que llevaba en la boca. A Rebeca y Natalia les daba vergüenza mirar… A Isidoro le gustó pero, más tarde, confesaba: “a mí con el frío se me encoge”.
Hubo más. A Isidoro le esperaba una… sorpresa al final de la escalera: Yolanda. La favorita de su madre había acudido tras su llamada para enderezar a Isidoro. Sin embargo él no parecía muy dispuesto. Yolanda no pasó ni 24 horas en Almansa convirtiéndose en expulsada de nuevo.