Aunque parecía que Isidoro lo tenía claro, la informaicón privilegiada de la que disponía su madre le ayudó a tomar una decisión. El manchego no perdona ni que Mihaela haya descuidado a su madre ni que Zamara le haya ocultado que tien eun hijo. A las dos les dijo adiós.
Isidoro comenazaba mal la jornada: contando a su madre que las chicas le pararon los pies cuando intentó besarlas. Y la cosa no mejoró mucho, tras saber que Dolores estaba encantada con todas (menos con Mihaela, que "iba a su rollo" mientras patinaban) decidió citarlas en la piscina de su hotel para ver si así le dejaban acercarse un poquito más.
Primero vio a solas a Mihaela, a quien reprochó que no estuviera más implicada en su conquista. Pero para Mihaela el amor no es estar unidos todo el día, isno quererse en la distancia. Natalia llegó después, tumbados en la cama, el soltero no pudo evitar que su mano fuera hasta el trasero con Natalia. Pero ella lo evitó a tiempo con un manotazo y es que tiene las cosas claras: "Quiero conocerte, he venido a conocer una pareja no a un tío para echar cuatro polvos".
Y por fin llegaron los sobres, aquellos que contenían los secretos inconfesables de las chicas. Dolores eligió dos, el de Inma y el de Zamara y se llevó dos sorpresas. La madre transmitía a su hijo que Inma había tenía varias relaciones de una sola noche, cosa que no le gustó mucho, pero lo que verdaderamente le molestó es que Zamara le hubiera ocultado que tiene un hijo.
Llegó la hora de las expulsiones. Con los secretos recién descubiertos, Isidoro tuvo que tomar una decisión y no le fue difícil: Expulsó a Zamara por su mentira y a Mihaela por su escasa implicación.