Los solteros de ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo?’, solos en casa

Besos al por mayor y eliminaciones sorpresa

La convivencia entre solteros, madres y pretendientes sigue su curso, en algunos casos con cierta tranquilidad y en otros entre batallas, tormentas y más de una sacudida. Pero llegan grandes noticias para los solteros: las madres abandonarán su casa durante todo un día y ellos podrán organizar el plan que deseen a solas con sus candidatos. Además, a su vuelta, recibirán un privilegio que a más de un hijo va a dejar completamente descolocados: podrán eliminar a una de las candidatas sin contar con la opinión de su vástago. Es el momento de que ellas tomen las riendas y hagan por sus hijos lo que creen que será mejor para ellos.

En Valencia, Pepe llevará a sus chicos a una pool party, con cócteles y colchonetas de pelícanos incluidos. Sin embargo, una metedura de pata del experto en protocolo levantará una polvareda que no le va a ser difícil de solucionar. Como siempre, los besos estarán en el centro del huracán y es que Pepe, en el amor, no pierde en tiempo. El que tampoco está teniendo problemas con los besos es Jaime, que decide llevar a sus candidatas a un tablao flamenco en Granada en el que el modelo internacional, sus amigos y las chicas bailarán, algunos más juntos que otros. Otro beso provocará un nuevo conflicto que se extenderá como la pólvora.

Por su parte, Jesús ha decidido hacer una fiesta a la asturiana con sidra, amigos y gaiteros incluidos. Todo parece ir bien hasta que una de las pretendientas le pide pasar un tiempo a solas con él y otra de las candidatas se toma la revancha a su manera. De nuevo, otro beso abre la veda a una batalla campal que transcurrirá entre reproches de uno y otro lado.

En Madrid, David organiza una fiesta en casa con mucho glamour. Como si fueran a asistir a una première de cine, las chicas se ponen sus mejores galas, con resultados para todos los gustos. También David disfrutará del beso de una de sus candidatas, pero esta vez la hazaña se quedará en secreto, al menos de momento, para evitar tensiones entre las demás. En Jerez, Fernando elige un buen chiringuito de playa gaditana. Entre risas y buen ánimo, la fiesta se anima y el jerezano enseña a las chicas su tradicional ‘baile de la avestruz’, todo un clásico personal para ligar. Las candidatas se suman al baile pero una de ellas lo disfrutará mucho más.