El manchego y su madre han recibido a sus ‘Dulcineas’ en casa. Natalia parecía llevar la voz cantante con sus abrazos nada más llegar, pero Rebeca, a quien Isidoro le robó un beso, le quitó pronto el puesto. Hubo más, Inma confesó que su compañera, Alexandra también es madre e Isidoro tomó una decisión, pero no expulsó a Alexandra, como ya hiciera con otras chicas madres, sino a Inma por desvelarlo.
A muy buen ritmo, Dolores e Isidoro recibieron a las chicas. Pero Natalia se llevó el único abrazo. La joven decía no haber parado de pensar en él, Isidoro le correspondía y le animaba: “me estás demostrando mucho”. Ya en casa, el ranking de pretendientas parecía afianzarse: Rebeca llevaba un regalo, pero la mascota, y Natalia dio a Isidoro una réplica en miniatura de su coche. “Eres la mejor”, le decía.
Pero se le olvidó en el spa. Lo reservó completo para estar a solas con Rebeca, allí le robó un beso. Sus palabras le terminaron de encandilar y, para disgusto de Natalia, le anunciaba que era la favorita. Tal era la cara de felicidad de ambos cuando regresaron a casa que Natalia tuvo que salir a la calle a tomar el aire.
El encuentro con Inma fue peor, mucho peor. La joven le recriminaba que no prestara atención a sus chicas, tanto que ni si quiera sabía que Alexandra tenía un hijo de seis años. La cara de Isidoro perdió en cierto modo el color, ya había expulsado a otras chicas que son madres, y pedía quedarse a solas para tomar una decisión.
Y la tomó. Se llevó a Inma y a Alexandra a la estación para decidir allí. Contra todo pronóstico, Isidoro decidió decir adiós a Inma “por chivata” y decidió que el hecho de que tenga un hijo no es inconveniente para seguir conociendo a Alexandra.