Rubén bueno está un rato, tiene un cuerpazo y es mono, el problema es que él lo sabe y desde aquel mismo momento en el que lo descubrió no puede quitárselo de la cabeza. “Soy una persona muy perfecta”, así es como se describe el mozo. Tiene 27 años y trabaja de RR.PP. por la noche, “ahí tengo mi coto de caza privado, donde tengo a todas mis conquistas”.
Rosi, como todas las madres, sabe de qué pie cojea su hijo, pero le sigue el rollo: “Mi hijo, como modelo que es, es muy coqueto y vanidoso”, dice. Esto ya es otra cosa, pero el chaval no se lo pone del todo fácil. “Yo se que cuando me pongo camisetas con cuello pico, enseñando escote, o camisetas de tirantes, así que se ve la zona del pectoral, pues eso a las chicas les mola”, nos cuenta Rubén mientras se lleva a su madre de compras.
Dice también nuestro Ken particular que su mujer ideal debe ser guapa (faltaría más) y apasionada. Si vamos un poco más allá, ya sacamos otra información, a Rubén no le gusta nada que su novia pueda llegar a pensar que otro es más guapo que él, así que chicas, si queréis un consejo: omitir información a tu novio, no es mentir.
Está claro que para tener ese cuerpo de “ay omá” Rubén entrena mucho y además, con su madre de cuerpo presente, nos desvela “soy muy cerdo, soy sexualmente muy activo y me encanta en la cama perder la cabeza”. Nos gusta escuchar esto, pero la madre pone cara de “¡vergüenza de mis hijos!.
Rosi nos confiesa que ella misma sabe que lo de buscarle una novia al niño con lo que tiene en casa, no va a ser una tarea fácil. En cualquier caso, no nos cabe duda de que Rubén es un bombonazo que va a tener lista de espera de candidatas, a ver a qué Barbie elige… ¡Suerte y al toro!