Citas con sabor a pollo empanado, caracoles y algún que otro batido de proteínas
En Asturias, la abuela de Jesús hace su aparición estelar con una charla muy poco particular: la vida sexual de su nieto. Maricruz no se queda atrás y, como pintora que es, para disfrutar un rato de las chicas les propone plasmar en un lienzo lo que sienten por Jesús. Mientras tanto el culturista se queda a solas con una de las candidatas y, entre batido de proteínas y conversaciones sobre retención de líquidos, empieza a conocerla un poquito más. Además, una excursión en piragüismo terminará de torcer las cosas.
En Valencia, la elección de Pepe de pasar el día con uno de sus pretendientes provoca desde primera hora de la mañana un alboroto que no se calmará con el paso de las horas. Un chiringuito de playa será testigo de las confidencias entre el asesor de protocolo y su cita, que no se siente del todo seguro entre sus compañeros de viaje. A su regreso, los ánimos no están más templados y Pepe tendrá que echar mano de diplomacia para que la guerra no vuelva a estallar.
Por su parte, en Jerez la abuela de Fernando les descubre a las chicas un dato fundamental: su nieto adora el pollo empanado. Y por eso, mientras el andaluz disfruta de su cita comiendo caracoles con una de sus candidatas el resto se quedará con Silvia cocinando una versión personalizada de pollo empanado. A su regreso Fernando tendrá la difícil tarea de intentar descubrir quién ha hecho cada pollo. Aunque no será ese el único pollo al que se enfrente el gaditano, que será testigo de una trifulca que acabará con una de las chicas haciendo la maleta para abandonar el programa.
En Madrid, David llevará a una de sus chicas a un circuito de coches, donde se retarán mutuamente a ver quién conduce más y mejor. Mientras tanto, su madre organizará una barbacoa que los roces entre algunas de las candidatas terminarán por chamuscar. Pero el broche de oro será la sorpresa que recibe David al descubrir a sus chicas disfrazadas de sirena en una piscina interior.
El glamour llega a Motril con Jaime, que disfruta con una de sus candidatas de un agradable paseo en velero acompañado de fresas y una buena botella de champán. Sin embargo, una confesión inesperada para algunas provocará un enorme malestar entre algunas de las chicas dispuestas a conquistar el amor del modelo internacional.