Después de enterarse de que su general desobedece sus órdenes, el faraón le recrimina no haber actuado ante la amenaza de los Mitani, un pueblo que ha saqueado a los egipcios, violado a las mujeres y raptado a los hijos de las zonas fronterizas y sus espías han llegado hasta las puertas de Tebas. “El momento de atacar es ahora”, espeta Tutankamón.