La ley del Talión se cumple en el palacio. Nada más enterarse de la muerte de su amada Suhad, Tutankamón visita a su hermana para pedir explicaciones. Ella confiesa el asesinato y recuerda a Tutankamón que él acabó con la vida de su amado Ka. “Cuando Egipto vuelva a recuperar la gloria, contemplarán tu ejecución”, dice el faraón antes de ordenar su arresto.