José Luis Cordeiro es ingeniero del MIT y uno de los padres de ‘La muerte de la muerte’, la teoría científica que está investigando la manera de hacer al hombre inmortal. Quizá suene a milagro imposible pero, escuchándole, uno se llega a convencer de que, en 2045, las nuevas tecnologías conseguirán paralizar y revertir el envejecimiento y, por lo tanto, librarnos de toda enfermedad.
Así, podríamos vivir muchos más años jóvenes, fuertes y con un sistema inmunológico brutal y esto sería el inicio de nuestro camino a la inmortalidad. Pero, si lo conseguimos, ¿qué va a pasar? La ausencia de la muerte natural (no la accidental o la voluntaria) cambiaría casi completamente nuestro sistema y nuestra forma de vivir, pensar o soñar. Esto suscita muchísimas preguntas que en 'Cuatro al día le hemos ido a preguntar.
Sí. La idea de ‘La muerte de la muerte’ es que vamos a hacer que la muerte sea opcional porque la muerte es una enfermedad más. Si nosotros logramos frenar el envejecimiento y quedarnos en una edad de 20 o 30 años, no vamos a tener enfermedades relacionadas con el envejecimiento. No vamos a tener dolencias cardiovasculares, neurodegenerativas o cáncer. La idea es estar siempre joven, con un sistema inmunológico fuerte que pueda contrarrestar las enfermedades que vienen con la edad.
Probablemente se ingieran mediante pastillas o a través de inyecciones. Estas tecnologías, cuando comienzan, siempre son muy caras y muy malas. Pero, cuando se democratizan y se masifican, se vuelven muy buenas y muy baratas. Empezará disfrutándolas alguien muy rico, pero se van a masificar en días, igual que ocurrió con los teléfonos móviles: al principio eran muy caros y, ahora, están al alcance de cualquiera. Todo el mundo va a poder ser siempre joven.
Jóvenes por todos los lados. Es un rejuvenecimiento completo e indefinido que se podrá hacer gracias a la ciencia.
Sí, sin arrugas.
Es que ya está pasando de verdad. Microsoft ha anunciado que piensan que, en una década, van a poner curar el cáncer. Y es interesante que esto lo diga Microsoft porque es una compañía que no es de biología, de medicina, sino de informática. Resulta que hoy el cáncer es ya un problema informático, más que un problema médico tradicional.
Hoy ya se ha logrado casi suplicar vida de ratones, multiplicar por cuatro la vida de mosquitos y multiplicar por diez la vida de gusanos y en diferentes laboratorios. Aquí en España, en Estados Unidos y en muchos laboratorios del mundo lo están estudiando porque hoy sabemos que revertir el envejecimiento es posible. En Estados Unidos ya están casi logrando duplicar la vida de un perro. Y eso está ocurriendo ya, hoy, en el año 2020.
La superpoblación es un mito, ocurriría dentro de siglos, de milenios. Eso no va a ocurrir mañana. Te recuerdo que la población en España está disminuyendo y la población europea disminuye. Eso de que hay mucha gente es un mito. En España se habla de la España vaciada, no de la España llena. También vamos a colonizar el resto de los Planetas del Sistema Solar: en tan sólo una década vamos a mandarlas primeras misiones para Marte. El que piense que hay mucha gente en la Tierra, que se vaya para allá.
Cuando vivamos mucho tiempo jóvenes, en buena condición, nos vamos a reinventar continuamente. Quizá puedas trabajar 20 años en un tipo de actividad, te tomas 5 años de vacaciones y luego trabajas otros 20 años en otra actividad porque tendrás tiempo para todo y será un mundo muy distinto.
La longevidad indefinida lo va a cambiar todo. Incluso, el tema del matrimonio, porque la mítica frase “cuando la muerte nos separe” ya no va a ser aplicable. Quizá, el matrimonio se vuelva un contrato renovable. Imagínate que, en 20 años, tú te quieres ir a Marte y tu pareja quiere quedarse aquí o irse a la Luna. Repito, va ser todo muy distinto.
La muerte de la muerte puede implicar la muerte de la religión porque la religión vive de la muerte. Incluso un obispo me dijo: “Oye, no puede ser. Si no hay muerte, se acaba mi negocio”. No puedo decirte quién, pero es preocupante que un obispo diga que la muerte es su negocio.
Claro que seremos felices. Con tanto tiempo por delante, piensa en todo lo que vas a poder hacer, todo los lugares que podrás visitar, toda la comida que podrás probar o los planetas a los que llegarás. Entraremos en un tiempo mágico donde todo será muy interesante.
La verdad es que no lo sé. A lo mejor estaré en Júpiter, en Saturno, o quizá más allá del Sistema Solar. Lo que sí te prometo es que, en 2045, volveremos a hacer esta entrevista para que veas que es cierto, que seremos más jóvenes, más inteligentes y tendremos mucha más felicidad.