Además de Jesús Bonilla, el portero Iker Casillas también se vio afectado por la estafa de Lehman Brothers y su versión española, las preferentes de Bankia. Casillas se animó a reivindicar su dinero cuando vio que otros lo recuperaban, a pesar de que algunos dijeran que a él no le hacía tanta falta como a otros personas no conocidas que habían perdido todos sus ahorros. “No es que yo tuviera ningún privilegio. Bankia lo hizo mal y había que reclamar”.