Jesús Calleja hace un alto en el camino para sentarse y charlar tranquilamente con Saúl Craviotto. Al hilo de hacer una pausa, Calleja saca el tema de la salud mental de los deportistas, algo que sacó a relucir recientemente Simone Biles.
Craviotto reconoce que Biles abrió un importante melón y añade lo siguiente: “Tengo que reconocer que, en estos últimos juegos olímpicos, no al nivel de Simone Biles, pero sí que he sentido mucha presión, más que nunca”.
Calleja se interesa por lo que sienten los deportistas de élite cuando salen a competir, para intentar comprender ese grado de presión al que se ven sometidos: “Los días antes de competir no se disfrutan, estamos muy nerviosos. Estás años preparándote para una prueba que dura un minuto”.
“Las dos tres semanas antes de empezar a viajar ya comienza a cerrarse el estómago, a ponerte nervioso, te empieza a llegar toda la información, todos el mundo espera mucho de ti… Salía en todas la quinielas, fui abanderado… se pasa mal”, añade el deportista. “No somos robots, somos seres humanos, con dudas, inquietudes y bajones”, remata.
El piragüista, además, ha denunciado la situación en la que se encuentran los deportistas olímpicos en España, quienes no cotizan a la Seguridad Social. Si no tienen ningún otro trabajo, es habitual que cuando se retiren se vean sin una seguridad económica: "Tengo cinco medallas olímpicas y no vivo de esto".