Mientras paseaban por la playa, Jesús Calleja y Pablo Chiapella vieron dos enormes hoteles. En ese momento, el aventurero le planteó un reto a su invitado, para ver si es o no un caradura: “Hazte pasar por un turista del hotel, de esos de la pulsera pero sin tenerla, y me sacas una bebida”.
Ni corto ni perezoso, Chiapella se puso manos a la obra. Llegó al hotel e ideó una argucia: se subió al bordillo de la piscina y, de repente… ¡se dejó caer al agua! Luego se acercó a un camarero y le dijo: “Llevo todo el día ahí, al sol… Me ha dado un vahído y me he caído en la piscina”.
¿Le funcionará esta argucia para superar el reto de Calleja?