Las pitones suponen la conexión entre el hombre y la Tierra y bien lo saben en este templo. Pero a Paz no parecen hacerle mucha gracia y nada más verlas… ¡Sale huyendo! Tal es su miedo que hasta cuando Jesús Calleja llega para tranquilizarla, se asusta porque cree que uno de los reptiles está al acecho. Jesús aprovecha para explicarle la relación que existe entre estos templos y el vudú.