En Ganvié no están acostumbrados a recibir turistas y cuando alguien llega… “se vuelven locos”, cuenta Calleja. Es por eso por lo que rompen a bailar al ritmo de la música, algo a lo que Paz Padilla no ha dudado en unirse. Pero esta no será la única vez que la invitada de Calleja mueva el esqueleto porque aprovecha cualquier ocasión para ponerse a bailar y dejar sin palabras a quienes la admiran.