Pablo Chiapella es de Albacete y de la promoción de otros humoristas como Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla y Raúl Cimas, de cuyo éxito dice: “No sabíamos que se iba a profesionalizar la tontuna”.
Pero la carrera de Chiapella no siempre estuvo encaminada hacia el humor. De hecho, todo apuntaba a que iba a dedicarse a ser maestro de Educación Física. Incluso llegó a prepararse las oposiciones, pero cuando faltaban apenas unos días para el examen, el actor lo dejó todo para irse con Ernesto Sevilla a Madrid a intentar vivir del humor.
Pero, ¿cómo pudo irse a vivir a la capital sin tener un trabajo que le permitiera todavía afrontar los gastos? “Tenía mis ahorrillos”, cuenta entre risas, y añade: “Tenía un negocio que se llamaba ‘El zoco del botellón”. Se encontró con que, en apenas unos días, ganó “casi un millón de pesetas y con ese dinero me permitió venirme a Madrid”. En la capital también ejerció como 'boys' en despedidas de soltera y de “camarero torpe”.