El conflicto de Trump y José Andrés se remonta al inicio de la campaña electoral estadounidense, verano de 2015, cuando el chef español canceló su plan de abrir un restaurante en el nuevo y lujoso hotel de Trump en Washington en respuesta a los ataques que el entonces precandidato republicano había lanzado a los inmigrantes mexicanos indocumentados. Trump le demandó y reclamó una indemnización de 10 millones de dólares. Entonces, José Andrés reaccionó reclamando a su vez una compensación de nueve millones por los gastos derivados del proyecto del restaurante que no salió adelante.