Aunque conoce la isla con detalle, José Andrés ha sorprendido en un recorrido lleno de retos físicos y muy ligado a la naturaleza salvaje de la zona: han descendido los cañones del río Tanamá, con multitud de grutas y un rápel al interior de una cueva desde casi 40 metros de altura; han hecho un trekking por El Yunque, el único bosque pluvial tropical de Estados Unidos; y en el suroeste del país han buceado en una de las inmersiones más espectaculares del Caribe.