Los Javis y Calleja se encontraban en la ciudad de Benarés y han sido testigos de algo muy típico allí: las cremaciones. Jesús les ha advertido de lo incómodo que podría ser esta actividad, pues el olor a cadáver quemado puede resultar desagradable. Esto ha supuesto el peor momento de los directores en su aventura con Calleja.