El aventurero leonés y Carles Francino vuelan hasta Santo Antao, el último lugar del continente donde se pone el sol y la más espectacular y salvaje de todas las islas del archipiélago. Allí harán rápel en el cañón Ribeira de Vinhas, una sucesión de cascadas que pondrán a prueba al intérprete. Una expedición en la que los aventureros solo estarán sujetos a la pared con unas cuerdas y, además, tendrán el torrente de agua cayendo sobre ellos. Pero antes de enfrentarse al gran reto, hay que entrenar y Francino ya sabía que esto no iba a ser nada fácil: “Me han dicho que tenía que prepararme mucho porque me ibas a meter mucha caña”.
Para un reto de estas características el entrenamiento tampoco puede ser sencillo. El presentador de Cuatro y el actor bucearán hasta las ruinas de un pecio hundido desde 1966, harán trekking en una ladera volcánica y carreras de 10 kilómetros. ¿Estará Francino preparado después de este entrenamiento para completar la expedición?