El Mirador del Río y las extraordinarias vistas de Lanzarote
El Mirador del Río ofrece unos paisajes impresionantes de Lanzarote, el archipiélago de Chinijo y la isla de La Graciosa
Este observatorio fue inaugurado en 1973 y cuenta con la visión de César Manrique de integrar la arquitectura con el entorno natural de la isla
Desde este espacio se puede contemplar el Parque Natural del Archipiélago Chinijo, una reserva marina protegida que alberga numerosas especies marinas
Sobre el Risco de Famara, a una altitud de 475 metros, se alza uno de los puntos más icónicos y visitados de Lanzarote: el Mirador del Río. Diseñado por el célebre artista lanzaroteño César Manrique, este mirador ofrece una vista impresionante de Lanzarote, de la isla de La Graciosa y el archipiélago Chinijo.
El Mirador del Río fue inaugurado en 1973 como parte de la visión de César Manrique de integrar la arquitectura con el entorno natural de la isla. Manrique, un firme defensor de la conservación del paisaje y la cultura de su isla natal, diseñó el mirador de manera que se fusionara con el acantilado volcánico en el que está situado. Utilizando materiales locales y técnicas de construcción que respetan el medio ambiente, Manrique creó un espacio con el que poder disfrutar de las vistas espectaculares sin fastidiar la belleza natural del entorno. El diseño del mirador refleja la filosofía de Manrique de que la arquitectura debe complementar, no competir con la naturaleza. Al abordar el proyecto, Manrique colaboró con el ingeniero Eduardo Cáceres y el artista Jesús Soto, quienes contribuyeron a la creación de esta fusión única entre arte y naturaleza.
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Un recorrido por el Mirador del Río
El mirador está parcialmente excavado en la roca del acantilado, con dos grandes ventanales arqueados que ofrecen vistas panorámicas. El diseño interior, también obra de Manrique, refleja su estilo característico de líneas limpias, colores neutros y materiales naturales, creando un ambiente que complementa y realza el paisaje exterior.
Una de las características más notables del Mirador del Río es su discreta integración en el entorno. Desde el exterior, el edificio es casi invisible, mimetizándose con la roca volcánica. En el interior, los visitantes pueden disfrutar de una cafetería y una tienda de regalos, donde pueden adquirir recuerdos locales y productos inspirados en la obra de Manrique. El espacio cuenta con terrazas y plataformas de observación, diseñadas para maximizar la vista sin interferir con la experiencia natural. La estructura del mirador se abre hacia el paisaje, proporcionando una transición suave entre el interior y el exterior, una peculiaridad distintiva de las obras de Manrique.
Los impresionantes paisajes del Mirador del Río, una de las atracciones turísticas de Lanzarote más visitadas
Si por algo destaca el Mirador del Río, es por ofrecer una de las mejores vistas de Lanzarote. Desde su posición elevada, los visitantes pueden observar la isla de La Graciosa, la más grande del archipiélago Chinijo, así como las pequeñas islas de Montaña Clara, Roque del Este, Roque del Oeste y Alegranza. De hecho, el estrecho cuerpo de agua que separa Lanzarote y La Graciosa, conocido como “El Río”, da nombre al mirador.
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La vista desde el mirador abarca también el Parque Natural del Archipiélago Chinijo, una reserva marina protegida que alberga una rica biodiversidad. Este espacio natural es hogar de numerosas especies marinas, haciendo del mirador un lugar de interés tanto para los amantes de la naturaleza como para los aficionados a la fotografía.
El Mirador del Río es un punto imprescindible para incluir en tu guía de viaje por Lanzarote. Sube, disfruta del viento, de las vistas del atardecer y tómate un respiro en su cafetería.