Jameos del Agua: el peculiar oasis volcánico que se encuentra en el corazón de Lanzarote
El interior de un túnel formado hace 4.000 años en el Volcán de la Corona dio lugar a los Jameos del Agua
En este lugar podemos encontrar el cangrejo albino, una especie única de un centímetro de longitud considerado una rareza biológica
La visión de César Manrique ha sido clave para crear un espacio donde la naturaleza y el arte coexistieran en sintonía
Si vas a viajar a Lanzarote no puedes dejar de visitar los Jameos del Agua. Situados en el norte de la isla de Lanzarote, descubrirás en tu visita una fascinante obra de arte natural y cultural que atrae a miles de turistas cada año. Este espectacular conjunto, creado por el célebre artista y arquitecto César Manrique, se ha convertido en uno de los principales atractivos de la isla.
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Los Jameos del Agua se encuentran en el interior de un túnel volcánico que se formó hace unos 4.000 años tras la erupción del Volcán de La Corona. Su nombre proviene de la palabra "jameo", que en la jerga local se refiere a un agujero que se forma cuando el techo de un tubo volcánico colapsa. Este enclave natural fue transformado por Manrique en un espacio cultural y de ocio que combina la belleza natural con la intervención artística.
Los misterios de los Jameos del agua
Los Jameos del Agua se dividen en tres espacios:
- El Jameo Chico: se realiza el acceso al interior en el que se encuentra el Restaurante Jameos del Agua en el que los visitantes pueden disfrutar de platos típicos canarios mientras se deleitan con la vista de la laguna interior. Además, hay una sala de conciertos, donde la acústica natural del lugar ofrece una experiencia auditiva única. Las paredes de roca volcánica y el agua subterránea crean una atmósfera íntima. Asimismo, permite la entrada al famoso Túnel de la Atlántida. Esta parte del túnel volcánico es de particular interés científico. Es el hábitat de especies endémicas y únicas, como el cangrejo ciego albino (Munidopsis polymorpha), conocido localmente como "jameito". Estos pequeños cangrejos, de apenas un centímetro de longitud, son una rareza biológica y se pueden ver en las aguas subterráneas de los jameos. ¿Quieres ver estos "jameitos"? No te pierdas nuestro Planes Cuatro especial Lanzarote con Ántge
- El Jameo Grande: este es el área principal, un enorme espacio abierto donde el sol penetra y se refleja en una laguna cristalina. Alrededor de esta laguna, se encuentran jardines de flora autóctona y terrazas en las que los visitantes pueden admirar el entorno. Las palmeras y la vegetación contrastan con la roca volcánica negra, creando un escenario espectacular.
- Jameo de la Cazuela: se trata de un lugar especial al que se accede a través de del escenario del Auditorio en el que los visitantes podrán descubrir un catálogo artístico muy peculiar.
Es importante no terminar la visita sin pasar por La Casa de los Volcanes, un museo que se dedica a la investigación vulcanológica y ofrece exposiciones educativas sobre la geología y la historia volcánica de Lanzarote. Los visitantes pueden aprender sobre los procesos de formación volcánica y una flora y fauna únicas de la isla.
El arte de preservar la naturaleza en Los Jameos del Agua
César Manrique, nacido en Lanzarote, fue un pionero en la integración del arte con el medio ambiente. Su trabajo en los Jameos del Agua comenzó en la década de 1960 y su visión era crear un espacio donde la naturaleza y el arte coexistieran armoniosamente. Manrique utilizó materiales locales y técnicas tradicionales para preservar el entorno natural, estableciendo un estándar de conservación que ha sido fundamental para el desarrollo sostenible del turismo en Lanzarote. Desde su apertura, los Jameos del Agua han atraído a millones de visitantes de todo el mundo. Este flujo turístico ha sido crucial para la economía local, creando empleo y apoyando a empresas locales. Además, los Jameos del Agua, gestionados por el CACT (Centros de Arte, Culturua y Turismo del Cabildo de Lanzarote) han servido como un modelo de turismo sostenible, demostrando que es posible disfrutar de maravillas naturales sin dañarlas.