En la zona de La Pampa se ha creado una ciudad de la nada, donde viven entre 25.000 y 30.000 personas de la minería ilegal. Hay negocios, hoteles, residencias, colegios, pero sobre todo prostíbulos donde cientos de mujeres son obligadas por redes mafiosas a vender su cuerpo. John Valerio es el médico al que acuden parte de estas mujeres: “Los dueños de estos burdeles no les permiten usar preservativos, el 30 % de ellas tienen sífilis, el 20% VIH”. Como el aborto en Perú está penado con la cárcel, estas prostitutas se practican de manera ilegal la interrupción del embarazo: “A las que mueren se las entierra en medio de la selva”.