El cadáver de Laura Luelmo tiene un fuerte golpe en la cabeza y otras señales de violencia

Tras cinco días de búsqueda, el aviso de un ciudadano que alertaba del hallazgo de un cadáver en una zona conocida como 'El Barranco de la Mimbrera', entre El Campillo y Zalamea, en Huelva. Al mediodía de ayer se confirmó lo peor era Laura Luelmo, la joven profesora zamorana desaparecida.

El forense desplazado hasta el lugar de los hechos determinó que Laura murió de forma violenta. Estaba semidesnuda y tapada con ramas en un lugar apartado, conocido como 'El Barranco de la Mimbrera', y de difícil acceso.

Los especialistas estudian en el cuerpo de Laura Luelmo varias señales de violencia, entre ellos un fuerte golpe en la cabeza y una marca que parece de estrangulamiento, además tenía las manos atadas a la espalda. Los forenses aún dudan de si el golpe en la cabeza es lo que le causó la muerte o si al fue golpeada al mover el cadáver para esconderlo.

La autopsia y las pruebas de ADN del cuerpo y de la ropa de la maestra pueden arrojar más información sobre las circunstancias de su muerte.

En el lugar donde apareció el cadáver, que encontró una persona que paseaba por la zona, investigadores especializados trasladados desde Madrid siguen recogiendo muestras y pruebas. Pisadas, huellas de coches... cualquier elemento que pueda llevar a la persona que mató a la profesora de 26 años. El lugar ya había sido peinado. La Guardia Civil está interrogando a varios vecinos del pueblo de El Campillo.

Laura Luelmo desapareció el pasado miércoles por la tarde cuando tras hablar por teléfono con su novio, salió a hacer deporte por el campo. La joven de 26 años llevaba solo unos días en El Campillo, Huelva, donde se había instalado tras incorporarse como profesora en un instituto en la cercana localidad de Nerva; una oportunidad de trabajo a la que se aferró dejando su Zamora natal atrás.

Su familia siguen Huelva para concoer de cerca todos los detalles de la investigación. Ya ayer hubi concentraciones en El Campillo y Zamora, que hoy se repetirán.