Los accidentes de autobús más graves desde el año 2000

Seis de julio de 2000. Un autobús en el que viajaban estudiantes catalanes colisiona con un camión de transporte de ganado en la localidad soriana de Golmayo. Fallecen veintiocho personas y otras trece resultan heridas graves. Desde entonces ningún otro accidente le ha superado en número de víctimas aunque 2001 si lo haría en el número de sucesos graves con dos. El primero en enero al salirse en la autovía de A Coruña un autocar en el término municipal de Órbigo con el resultado de siete fallecidos y doce heridos. En noviembre de ese mismo año, 2001 otro salida de carretera, ésta en Villarrasa, Huelva, deja 20 jubilados muertos. Las víctimas procedían de Cataluña y regresaban al hotel donde pasaban unos días en Matalascañas. Tras cinco años sin accidentes de autobús importantes en mayo de 2006 siete personas pierden la vida en otra salida de vía de un autocar en el término municipal de Pedrezuela, en Madrid. Todas las víctimas eran magrebíes que regresaban a pasar unos días con sus familias en Tánger. De nuevo dos accidentes en un mismo año en 2008 .En abril, nueve turistas finlandeses perdían la vida en Benalmádena tras un adelantamiento antirreglamentario de un todoterreno. El conductor doblaba la tasa de alcoholemia permitida. Cuatro meses después, ocho magrebíes perdían la vida en Oropesa del Mar cuando al autobús en el que viajaban de regreso a Francia derrapaba tras reventarle una rueda.Volverían a pasar cinco años hasta un nuevo accidente de autobús con víctimas. Ocurría en Tornadizos, Ávila, cuando el conductor, que resultó ileso se durmió provocando el vuelco del autobús. Murieron nueve personas y 22 resultaron heridas. Ya en 2014, el accidente de un microbús que transportaba un equipo infantil de fútbol y una excavadora conmocionaba España. Morían cinco niños de entre 13 y 15 años a pocos metros de llegar a su casa en Monterrubio de la Serena. El último accidente antes del de esta madrugada se producía en septiembre de 2014. Catorce muertos y 41 heridos. Los fallecidos venían a Madrid desde la localidad murciana de Bullas en un viaje organizado por la parroquia.