Numerosos colegios de A Coruña conocen la realidad del deporte desde la piel de las personas con diversidad funcional. Desde la Fundación Enki, han acercado el deporte inclusivo a los centros gallegos. Según informa Nuria Fresneda en el video, la iniciativa de la fundación permite a los más pequeños toparse con la realidad que viven miles de personas y que sigue estando muy invisibilizada a día de hoy. 

En su página web, Enki explica cómo ayudan “a través del deporte y el ocio a personas con diversidad a sentirse parte de la sociedad. También damos visibilidad a esta causa para que todas las personas sean parte de la inclusión.” Esto es justo lo que han hecho en los centros escolares de A Coruña. 

Con el objetivo de sensibilizar a los niños acerca de la diversidad funcional y el deporte adaptado, han organizado unas jornadas en la que los alumnos de 5º y 6º de Primaria se sumergen en actividades físicas como si tuvieran una discapacidad. 

Para jugar al baloncesto, les tapan los ojos con máscaras o les proporcionan una silla de ruedas adaptada: “Hay que botar la pelota y manipular la rueda, es un poco difícil”. Los más pequeños se topan con la realidad de los ciclistas parapléjicos: “Cuesta más darle que con los pies”, y la de los atletas con discapacidad. 

En el evento organizado por la fundación, el alumnado prueba distintos deportes con material adaptado para ponerse en el lugar de los deportistas con diversidad funcional, un objetivo que ya ha dado sus frutos: “Esto me cambia mucho la perspectiva porque nos estamos poniendo en la piel de otras personas”. Los niños aprenden a “tener más empatía y ser más conscientes de la gente que tiene este tipo de problemas”. 

Desde la fundación también se organiza una charla con deportistas que han necesitado de material adaptado, como es el caso de Ángel López, el presidente de Enki: “Les enseño lo que hizo el deporte para que una persona como yo con tetraplejia, que al principio no movía nada de cuello para abajo, pueda llegar a vestirse solo, a vivir solo”. 

En este acercamiento, los niños pueden mantener una conversación con el deportista y resolver sus dudas con él. Además, se conciencian de que con esfuerzo, pueden llegar hasta donde se propongan en un futuro: “Nos contaban que aunque tuviesen esa discapacidad, siempre lo intentaban y se esforzaban por conseguir lo que se proponían”. 

Las jornadas ya reúnen a centenares de alumnos, representando una iniciativa más que necesaria porque los más pequeños “son el futuro de la sociedad y va a ser más inclusiva con ellos”. 

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